Saturday, November 27, 2004

Live at Montreux 1982 & 1985.

Un nuevo DVD de Stevie Ray Vaughan, y doble. ¿Qué más se puede pedir?
Este DVD contiene los dos conciertos que SRV dió en el Festival de Jazz de Montreux y que han quedado como verdaderos clásicos y -como corresponde a verdadera buena música-, los veinte años que llevan encima no han desgastado en lo más mínimo.
El primer DVD contiene el documental "Success In Disguise" (con entrevistas a los dos integrantes de la banda restantes, Chris Layton y Tommy Shannon, y otras a Jackson Brown y John Mayer) y el concierto de 1982, el que sólo contiene ocho canciones, ya que Stevie Ray Vaughan no regresó a tocar los clásicos "bises" debido a que parte del público lo abucheó. Sí, así como están leyendo: a partir de la tercera o cuarta canción parte de la audiencia abucheaba cada vez que terminaba una canción. Supongo que para un público acostumbrado a un Jazz clásico y a guitarristas como Pat Metheny por ejemplo, ver a un tipo desconocido (SRV recién había editado su primer disco) tocando a la velocidad y al ritmo que Ray Vaughan lo hacía (y terminando alguna canción, como "Texas Flood" tocando con la guitarra en la espalda) sería algo así como ver un escupitajo en la cara de La Gioconda. Pero como dice Chris Layton en el documental, tres años después tuvieron la oportunidad "de rehabilitarse -no a ellos ni a la audiencia- sino la situación", dando a entender que lo que ocurrió fue ma sbien un malentendido.
Y parece ser que Layton tenía razón, ya que el segundo DVD, el que contiene el concierto de 1985, es una fiesta desde el primer acorde. Aquí está el concierto completo (13 canciones) y tanto la banda como la audiencia parecen encontrarse en el mismo cielo; afortunadamente, parte de esa energía pasa a través de la pantalla y nos deja -aunque sea por unos momentos- ser parte de la fiesta.

Wednesday, November 24, 2004

Real Gone.

Un disco de Tom Waits es siempre muchas cosas: una felicidad, una sorpresa, una sonrisa, una lectura. Real Gone está bien fresquito, de hecho, creo que no tiene más de un mes. Y bueno, la verdad es que no hay mucho para decir, solo hay que escucharlo o, como hago yo, escucharlo y reescucharlo una y otra vez.
Real Gone es un poco más sólido que Blood Money, el anterior disco de Waits, (que fue editado en el 2002 y que, dicho sea de paso, junto a Blue Valentines es uno de mis discos favoritos de éste músico); pero cuando me refiero a sólido hablo de una mayor homogeneidad en el estilo de las canciones que lo componen. Blood Money es más jugado, más creativo quizás; pero esa variedad le da una consistencia más débil.
En Real Gone hay un par de canciones en donde Waits juega con ritmos latinos, pero siempre dentro de un esquema de blues clásico. Generalmente esto Tom Waits lo hacía con la percusión, cosa que aquí también hace, lo que da una pauta de lo que son las canciones de este disco: percusión extraña (minimalista, sincopada a veces, con variedad de instrumentos -incluso en alguna ocasión es la propia voz de Waits la que hace las veces de percusión, al mejor estilo Bobby McFerrin o como en "Medula" de Bjork), guitarras semi distorsionadas, y la voz de Tom Waits que rara vez baja a algunos tonos puros; generalmente se mantiene en esos tonos graves y roncos que tan bien quedan en sus canciones más rítmicas.
Un punto en contra: Aunque el diseño de tapa y el arte en general me gusta bastante (las letras negras están en relieve, como si hubiesen sido creadas salpicando el papel con óleo o alguna pintura similar), la información es confusa. En la contratapa figuran catorce canciones nombradas con solo un nombre; en el libro hay quince letras de canciones, aquí con el nombre completo; el disco en sí tiene en realidad dieciseis pistas; en la información de los músicos que intervinieron an cada grabación solo figuran nueve canciones y, para terminar de complicar las cosas, el orden en la contratapa, en el libro y en el disco no es el mismo. En definitiva: El disco es genial, pero es complicado saber qué canción se está escuchando y dónde está la letra.

Saturday, November 20, 2004

Nueve Cuentos.


Hay pocos libros a los que vuelvo una y otra vez y a los que siempre leo con un inmenso placer. Creo que ésta es la tercera vez que leo Nueve Cuentos, y la verdad es que lo encontré tan fascinante como siempre. Salinger es bien conocido por su novela The Catch In The Rye (traducida de diversa forma en español) y, aunque es una novela estupenda creo que Nueve Cuentos es superior. La sencillez hecha forma y la observación como estilo son los dos puntos fuertes de estos relatos; las comparaciones exactísimas y los diálogos manejados en forma brillante son los que posibilitan la relectura de stos cuentos maravillosos.
Ya sé que no hay perfección en estas cosas de la literatura y del arte en general, pero siempre he considerado a "Un día perfecto para el pez banana" como uno de los cuentos que más se acerca a la perfección absoluta (también incluyo a "Giro" o "Walsh" de Faulkner o "El Aleph" de Borges, pero por muy diferentes motivos).
Otra muestra de la calidad de este libro se encuentra en el hecho de que -generalmente- un libro de cuentos tiende a ser desparejo. Aún cuando alguien se haya tomado el trabajo de realizar una compilación de diferentes autores, el resultado final será un volumen con altas y bajas, como ondas concéntricas en el agua. Sin embargo éste libro de Salinger es fuerte y sólido, aunque cada uno de los relatos es diferente.
Repito: cada uno de los relatos tiene sus propios méritos, así, cada lector seguramente escogerá un cuento diferente; pero seguramente todos estaremos de acuerdo en que Nueve Cuentos es uno de los mejores libros de relatos que se haya escrito.

Friday, November 12, 2004

Ultimo Round.

Hacía rato (años) que no leía algo de Cortázar, y la verdad es que no veo una buena razón por la cual dejé pasar tanto tiempo. Cortázar -para mí- siempre formó parte de una extraña categoría, la de aquellos escritores que me gustaban mucho pero sobre los cuales no veía ninguna de las cualidades técnicas o estéticas que hacen que me acerque a tal o cual libro (Philp K. Dick, Bukowski, Kafka entran en esa categoría).
Último round fue un grato reencuentro. El libro es un compendio de artículos, poemas, poemas experimentales, cuentos, notas, observaciones, diarios. Algunas de esas páginas, también, se acompañan con fotos o dibujos de diversos autores (incluidas algunas del prpopio autor). Pero a pesar de lo desparejo del volumen lo bueno que tiene es que es todo Cortázar; de la primera a la última pàgina. Siempre está presente el aspecto lúdico inherente a los textos de Julio Cortázar, ese intangible humor que nos hace ver definitivamente a un personaje o a una situación en un par de palabras.
Aún así, el mejor texto es la carta-artículo con el que se cierra el volumen y que fuera publicada por la Revista de la Casa de las Américas en 1967. El texto lleva por título "Acerca de la situación del intelectual latinoamericano" y a pesar de tener casi treinta años tiene una vigencia increíble, lo que no es indicativo -como uno piensa en un primer momento- de lo "adelantado" que estaba Julio Cortázar; sino de algo bastante más triste: de lo poco que ha avanzado el hombre y su civilización en esos treinta años. Lamentablemente ese texto es demasiado extenso como para ser transcripto aquí en su totalidad y estoy convencido de que debe ser leído en su totalidad para disfrutarlo, comprenderlo y analizarlo.
David Cronenberg dijo sobre El almuerzo desnudo, de Burroughs: "Es un libro que tiene la cualidad de que uno puede tomarlo, abrirlo en cualquier parte, leer unas páginas y volverlo a colocar tranquilamente en la biblioteca"; años después yo sentiría lo mismo con La exhibición de atrocidades, de J. G. Ballard (Si al guien tiene este libro -preferiblemente en la edición de Minotauro- que se ponga en contacto conmigo y quizás podamos ponernos de acuerdo en algún precio), ahora sumo a Último round a esos libros, pero con una aclaración: en un primer momento no parecería justo que considerara a Último round junto a El almuerzo desnudo y La exhibición de
atrocidades, ya que éstos dos libros pretenden ser considerados como un solo relato, mientras que el libro del que hablo hoy es una colección de relatos independientes, lo que evidentemente lo hace apto para leer partes de él por separado; pero repito la sensación -por momentos física-(hermana de la "sensación física estética" de la que hablaba Borges refiriéndose a la poesía) que sentí al leer este libro: Último round es TODO Cortázar, y uno cree estar leyendo un volumen que tiene la solidez de un bloque, uno tiene la indescriptible sensación de que solo está observando distintas facetas de una misma realidad.

Tuesday, November 09, 2004

Unledded.

Quienes andamos por las cuatro décadas (y quienes tienen un poco más también) han crecido de la mano de ciertas bandas que -en mayor o menor medida- han marcado la futura historia de sus gustos musicales. Del mismo modo que ocurre en la plástica o en la literatura (Joyce-Faulkner-García Márquez-Toni Morrison serían los eslabones de una secuencia lógica en las letras, por ejemplo), mucha gente que no ha escuchado a Jimmi Hendrix, digamos, ha tenido un acceso indirecto a él a través de Stevie Ray Vaughan o de Red Hot Chilli Peppers, sin ir más lejos.
Quienes andamos cercad de los cuarenta, repito, éramos unos niños en la época dorada de bandas como Led Zeppelin. Y si uno no tenía la fortuna de contar con algún hermano mayor que lo desayunara con algunas de estas cosas bueno, corría el riego de perder ciertas cosas que luego iba a ser difícil recuperar (en mi caso particular creo que he sido muy afortunado. Mis padres escuchaban folklore, el que mi madre cantaba con una correcta voz de mezzo-soprano; mi hermana escuchaba música melódica, uno de mis hermanos escuchaba cosas más bien pesaditas, y mi otro hermano escuchaba un rock más suave y clásico. Así, en mi casa sonaba con igual naturalidad The Beatles, , José Larralde, Vox Dei, Sui Géneris, Quilapayún, Deep Purple o Alma y Vida). Y es así que el día de hoy mi esposa no entiende cómo puedo aplaudir como un estúpido frente a la T.V. luego de ver un DVD de Cecilia Bartoli y -acto seguido- poner "War at the Warfield" de Slayer y disfrutarlo de la misma visceral y natural manera.
Yo descubrí a Led Zeppelin mucho más tarde, cuando mi omnívora curiosidad me llavaba a meter la nariz en cuanta batea se ponía a mi alcance o (¡mucho mejor!) en cualquier colección de discos de amigos o amigos de amigos. Y recién el año pasado, con la edición de "Led Zeppelin - DVD" tuvimos acceso a un concierto en vivo de esta banda. Ahora, la buena fortuna nos regala ésta otra maravilla que es Unledded. Éste concierto fue grabado en una presentación en MTV (tengo que darles crédito, no todo lo que hacen es malo después de todo) en 1994. También tiene unas tomas hechas en la ladera de una colina y una par de tomas (estupendas) en un patio y en un mercado de Marruecos; la primera de ellas junto a un grupo típico marroquí.
La puesta en escena es fantástica: la banda ocupando el centro del escenario (¿Por qué no invitaron a John-Paul Jones?), la Orquesta Metropolitana de Londres (cuerdas) a la derecha, y el Ensemble Egipcio a la izquierda. La texturas que se logran con esa cantidad y variedad de músicos e intrumentos en escena en maravillosa (Gallows Pole, por ejemplo, a pesar de ser una versión acústica, tienen una sorprendente fuerza; gracias a la variedad de cuerdas que se utilizan: bajo y guitarras de 6 y 12 cuerdas, banjo, mandolina y un instrumento típico egipcio del cual desconozco el nombre).
En definitiva: un DVD perfecto para revivir aquellos buenos momentos (o para conocerlos de una vez por todas). No dejen pasar: The Battle of Evermore, Since I've Been Loving You y Kashmir; después me cuentan.

Saturday, November 06, 2004

Sobredosis. Alberto Fuguet.

Sobredosis es un breve libro de cuentos que tiene cinco relatos. Al principio no está mal, sólo que Fuguet parece tener pocos recursos. Está bien que la juega de escritor actual y moderno, pero si ser actual y moderno significa que siempre hay que estas tomando, fumando, corriendo de la policía y mirando MTV... bueno, qué quieren que les diga...
Ése último punto que nombré creo que fue lo que más me aburrió: pareciera que Fuguet es incapaz de describir a un personaje o a una situación si no es mediante la comparación mediática con algún músico del nivel que se ve en la cadena televisiva que nombré o similar.
Como ejemplo, abro el libro al azar (páginas 34 y 35) y anoto:
"Nanny, una loca más reventada que él, [...] escucha a Led Zeppelin y todo,..."
"... y la mina -que es fea [...] y hasta escribe con seudónimo para la Rockstock"
"...así que cálmate, Drago, que no panda el cúnico, tú y los Goonies van, ..."
"Ahí están, ansiosos, medio asustados, mirando unos viedos de MTV que se consiguió el Rocky."
"Mejor pongamos a los B-52, Song for a Future Generation, dice el Lobo, que es retro-progre..."
"El Conejo aspira su pito, se lo pasa al Gato, que reparte una botella de pisco, pisco de 40 con un poco de ácido del que siempre se consigue."
"Atrás el Conejo y el Gato, que se dejó patillas y barba al estilo rockabully, onda Stray Cats/Elvis Costello..."

Lo dicho, en un primer momento, digamos el primer cuento, no está mal, ¿Pero quién puede aguantar esto durante TODO un libro?
Además siempre me han causado mucha gracia esta clase de escritores que la juega de superados o reventaditos o ambas cosas. Para que lo sepan, no es haciéndose propaganda como los malditos de este mundo quedaron en la historia, fue siendo lo que eran y dejando que el mundo se jodiera a sí mismo, ellos tenían otras cosas de las que preocuparse. Artaud, Baudelaire, Bukowski, Sade, Rimbaud, lo que ellos buscaron fue la belleza, las ideas, el sentido de la vida; ellos nunca buscaron el reconocimiento a través de una borrachera o de las drogas, eso fue accidental.

Friday, November 05, 2004

Yo-Yo Ma. Solo.



De vez en cuando la vida
se nos brinda en cueros
y nos regala un sueño tan escurridizo
que hay que andarlo de puntillas
por no romper el hechizo

Joan Manuel Serrat.

Esas palabras de Serrat me vinieron a la mente luego de COMENZAR a escuchar a este disco. Nunca había escuchado a Yo-Yo MA solo, siempre lo había hecho acompañado por orquestas o cuartetos; incluso tengo esa rareza que es el disco que grabara en vivo junto a Bobby McFerrin (Y que no recuerdo cómo se llama) o The Soul of Tango, disco en el que interpreta la música de Astor Piazzola.
Solo es un disco increíble. Obviamente, el hecho de no tener ninguna clase de acompañante obliga a Ma a utilizar toda la gama posible de técnicas y efectos, de llevar a su instrumento a todos los límites posibles. Bueno, esa es la ventaja de ser un virtuoso, de dedicar una vida a un objeto o hecho en particular; esa es la ventaja de ser Yo-Yo Ma.
Pero para el resto de nosotros, pequeños mortales, pequeños y simples observadores, por lo menos existe la tecnología; esa que nos permite guardar estas joyas sorprendentes en una cajita, ponérnosla en un bolsillo cualquiera, y en cualquier momento que querramos, desatar a la belleza en estado puro (ese sueño tan escurridizo) y dejarla flotar en el aire como a la última nota de este disco imprescindible.

Monday, November 01, 2004

El mito trágico del "El Ángelus" de Millet.

Dalí, además de ser un pintor de características únicas fue, también, un muy buen escritor. Si no han leído nada de él, acérquense a Diario de un genio, por ejemplo, y podrán acceder a un muy buen libro; pero antes deben estar preparados. La escritura de Dalí (o lo que escribe) es, no pocas veces, molesta, chocante, incómoda.
El mito trágico del "El Ángelus" de Millet, es un texto que Dalí escribió en Europa antes de tener que huir ante la llegada de los alemanes, en la segunda guerra mundial. En esa huída, este texto se perdería, para ser recobrado muchos años despues. En este libro, Salvador Dalí somete a este cuadro a un exhaustivo análisis paranoico-crítico, con las consiguientes complicaciones del caso. Complicaciones porque Dalí no se detiene ante nada para probar sus puntos de vista y sus observaciones. El encanto de este texzto radica -para mí-, en que el método paranoico-crítico no tiene ninguna base firme, ningún valor científico; pero las conclusiones de Dalí son maravillosas. El método paranoico-crítico no es más que otra creación estética de Salvador Dalí y es allí -unido a su muy buen estilo- donde el libro se deja leer y disfrutar. Repito: el disfrute sólo es posible si se toma cualquier libro de Dalí con las reservas del caso. Borges dijo que ante la lectura de una novela uno tiene que "suspender la incredulidad" para lograr así un pleno disfrute de la obra; en el caso de Dalí, además de la credulidad uno debe suspender, también, la lógica.


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